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Premios Princesa de Asturias 18/06/2014

El Maratón de Nueva York, Premio Príncipe de Asturias de los Deportes

El Maratón de Nueva York ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2014, según hizo público hoy en Oviedo el Jurado encargado de su concesión.

©FPA

El Jurado de este Premio –convocado por la Fundación Príncipe de Asturias- estuvo presidido por Josep Lluis Vilaseca i Guasch e integrado por Jesús Álvarez Cervantes, Alejandro Blanco Bravo, Emilio Butragueño Santos, Óscar Campillo Madrigal, Miguel Carballeda Piñeiro, Marisol Casado Estupiñán, Josep María Casanovas i Punti, Joaquín Folch-Rusiñol Corachán, César González Antón, Gemma Mengual Civil, Javier Muñoz Gallego, Santiago Nolla Zayas, Juan Antonio Paredero Moreno, María Rodríguez Escario, Eduardo Roldán Oses, Amaya Valdemoro Madariaga, Emilio de Villota Ruiz, Theresa Zabell Lucas y Julián Redondo Pérez (secretario).

Esta candidatura ha sido propuesta por Bernardo Hernández González, CEO de Flickr y vicepresidente senior de Producto de Yahoo, y miembro del Jurado del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2014.

El Maratón de Nueva York es la carrera más popular de las que se celebran anualmente en el mundo de este tipo (42,195 kilómetros). Tradicionalmente tiene lugar el primer domingo de noviembre. Fundado en 1970 por Fred Lebow (1932-1994) y organizado por New York Road Runners, asociación de la que era presidente, en su primera edición contó con una modesta participación de 127 corredores, que pagaron 1 dólar de inscripción. Sólo 55 cruzaron la meta después de completar un recorrido que consistía en dar varias vueltas al Park Drive de Central Park, en la isla de Manhattan. Seis años después, Lebow decidió rediseñar la trayectoria de la carrera para que discurriera por los cinco distritos de la ciudad, desde Staten Island a Manhattan, pasando por Brooklyn, Queens y el Bronx. Logró elevar la participación a 2.090 atletas, entre ellos el bicampeón olímpico de Maratón Frank Shorter, y captar la atención de los medios de comunicación y de los vecinos, que se concentraron a lo largo de todo el recorrido para animar a los corredores. Desde entonces, el Maratón neoyorquino –integrado en el World Marathon Major con los de Boston, Chicago, Tokio, Berlín y Londres– ha crecido incesantemente, convirtiéndose en un evento atlético de repercusión internacional en el que actualmente más de 50.000 participantes, entre profesionales y aficionados, cruzan la línea de meta.

Con su itinerario a través de toda la ciudad, el Maratón de Nueva York se convirtió en un evento que al aglutinar deporte, espíritu ciudadano y repercusión mediática empezó a resultar atractivo para algunos de los mejores especialistas del mundo en esta distancia. En 1978 se superaron, por primera vez, los 9.000 participantes en la carrera, en la que, además, la noruega Grete Waitz estableció un nuevo récord del mundo al completar la distancia en 2 horas 32 minutos y 30 segundos. Waitz, además, es la atleta con más victorias en la historia de esta prueba, con un total de nueve. En los años 90, empiezan a destacar los atletas africanos y, en 1994, la keniata Tegla Loroupe demostró con su primera victoria en categoría femenina que las corredoras africanas estaban al nivel de los hombres, lo que les abrió las puertas para que las invitaran a participar en otras carreras internacionales de larga distancia. En el año 2000, la organización incluyó una categoría oficial para corredores en silla de ruedas, que con el tiempo también se ha convertido en la prueba más competitiva del panorama internacional en esta distancia y en la que también participan atletas con bicicletas de manos y otro tipo de discapacidades.

El crecimiento del Maratón de Nueva York ha propiciado que, actualmente, la participación popular se logre a través de un sistema de sorteo entre los que se inscriben. En 2013 finalizaron la prueba más de 50.000 corredores, convirtiendo este Maratón en el más multitudinario del mundo. Además, la celebración de la carrera está acompañada de una semana de actos y exposiciones destinadas a corredores, acompañantes y familiares. Para ello, la organización moviliza a más de 9.000 voluntarios que trabajan durante las actividades previas al Maratón y el mismo día de la prueba, situándose a lo largo de un recorrido que concentra a más de dos millones de espectadores. La única cancelación en la historia del Maratón de Nueva York se produjo en 2012, a causa del huracán Sandy, aunque miles de personas se concentraron para correr en Central Park, reforzando así el simbolismo de esta prueba. La próxima edición, que en 2013 ganaron los keniatas Geoffrey Mutai y Priscah Jeptoo, tendrá lugar el 2 de noviembre de este año.

Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes se concederá a quien “además de la ejemplaridad de su trayectoria, haya contribuido con su esfuerzo, de manera extraordinaria, al perfeccionamiento, cultivo, promoción o difusión del deporte”.

En esta edición concurrían un total de 22 candidaturas procedentes de Andorra, Eslovenia, Bélgica, Egipto, Estados Unidos, Filipinas, Japón, Líbano, Noruega, Portugal, Reino Unido, Ucrania y España.

Este ha sido el séptimo de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo cuarta edición. Anteriormente fueron otorgados los Premios Príncipe de Asturias de las Artes, al arquitecto estadounidense Frank O. Gehry; de Ciencias Sociales, al historiador francés Joseph Pérez; de Comunicación y Humanidades, al humorista gráfico argentino español Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino; de Investigación Científica y Técnica, a los químicos Avelino Corma Canós (España), Mark E. Davis (Estados Unidos) y Galen D. Stucky (Estados Unidos), de las Letras, al escritor irlandés John Banville; y de Cooperación Internacional, al Programa Fulbright de intercambio educativo y cultural. El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia se fallará el 3 de septiembre.

Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón−, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.

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