Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos - page 178

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El caso, sin embargo, es que tampoco «humanidades» deja de tener intríngulis. Todavía yo joven,
«humanidades» casi no se aplicaba más que al mundo clásico. Quien sabía griego y latín y poseía
su espíritu era el «humanista». Es nuestro tiempo el que ha visto estirarse al vocablo para cobijar
lo que, de manera también un tanto equívoca, denominamos «ciencias humanas» (…). Alguna vez
escribí, no me acuerdo dónde, que a los arabistas se nos confinaba en el
ghetto
de la extravagancia y
en un suburbio de las humanidades. Pero, ¡cómo han cambiado los días! En los actuales se ha dado
un impresionante vuelco. (…) Un sencillo arabista como yo obtiene el galardón de humanidades,
quizá por haber perforado hacia ellas, desde el árabe, galerías «comunicantes» (y aquí asoma la
«comunicación»). Como para advertirme que nome pase de raya, pormás que siempre fui fidelísimo
a todo lo mío, se me trae a estas antiguas Asturias, cuna heroica de la Reconquista.
Emilio García Gómez
Premio Príncipe de
Asturias de Comunicación
y Humanidades
1992
Fragmento del discurso ofrecido
con motivo de la entrega del
Premio Príncipe de Asturias de
Comunicación y Humanidades
el 31/101992.
31
de
octubre
de
1992
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