Saltar navegación. Ir directamente al contenido principal (Tecla de acceso S)

Fundación Princesa de Asturias

Sección de idiomas

Fin de la sección de idiomas

Buscar

Sección de utilidades

Fin de la sección de utilidades

  • Síguenos en:
#PremiosPrincesadeAsturias
Comienza el Menú secundario Fin del Menú Secundario

Está usted en:

  1. Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias |
  2. Galardonados

Galardonados  

Comienza el contenido principal

Cubera, Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa (1991)

La Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa “Cubera” nació en 1983, fruto de la maduración de la idea de crear una asociación ciudadana para la defensa y potenciación del entorno natural y de la riqueza cultural de Villaviciosa. Alertados ante la creciente degradación de la ría, del paisaje rural y urbano de Villaviciosa, un reducido número de amigos decidieron aunar esfuerzos para articular y en su caso despertar el interés de todos los villaviciosinos hacia el patrimonio artístico e histórico, la estética de las construcciones nuevas, el campo, las playas y la ría. Y no solo por estética, ya que algunos de los fenómenos que causaban alarma tenían incidencia incluso en la estructura económica de la zona; tierras de pasto encarecidas por la especulación y las construcciones “salvajes”, progresivo desplazamiento del campesino, condiciones de insalubridad ocasionadas por la proliferación de pozos sépticos sin una planificación adecuada. Los promotores declaraban que no querían asistir impasibles a estos procesos y se proponían crear un movimiento ciudadano en defensa del paisaje -medio natural y urbano- del concejo de Villaviciosa. El día 19 de agosto de 1983 se celebró una reunión para explicar la situación, exponer objetivos que podría tener una Asociación de Amigos del Paisaje. Allí mismo, las 24 personas asistentes decidieron constituirse en asociación y se eligió una junta Gestora. El día 25 de octubre de ese mismo año quedó legalizada la Asociación “Cubera” de Amigos del Paisaje de Villaviciosa. Cubera es el nombre de un monte comunal que se alza sobre las espaldas de la villa de Villaviciosa. La primera junta directiva estuvo presidida por el pintor y escultor gijonés Joaquín Rubio Camín, fallecido en 2007. Como elemento de difusión de la Asociación se creó la revista cultural Cubera, que apareció en enero de 1984.

Ver más

Villaviciosa es un concejo situado en la costa oriental de Asturias, que limita al norte con el mar Cantábrico; al sur con Cabranes, Sariego, Siero y Nava; por el este con Colunga y Piloña; y por el oeste con Gijón. Dividido en 41 parroquias, la capital es Villaviciosa, conocida también como La Villa, que con sus casi 5.000 habitantes es la localidad más poblada del municipio. Los 271.48 kilómetros cuadrados de extensión del concejo discurren en un relieve poco accidentado, con altitudes máximas que apenas superan los 600 metros. El municipio está configurado por una serie de valles amplios surcados por ríos como el España, que desemboca en la playa de su nombre, o los cauces del Rozaes, Valdediós y Valdebárcena. La ría de Villaviciosa, con una extensión de ocho kilómetros y una gran riqueza biológica, está catalogada como Reserva Natural Parcial. Otra zona protegida es la Reserva Natural Parcial de la Cueva de Lloviu.

Las raíces históricas de esta comarca se retrotraen a los asentamientos de las tribus celtas o preceltas. En 1270 Alfonso X el Sabio fundó la Puebla de Maliayo, que años más tarde se denominó Villaviciosa, que significa villa fértil. El Rey Sabio concedió territorios, le otorgó el fuero de Benavente, la celebración de un mercado semanal y el levantamiento de una muralla, de la que aún se puede contemplar un fragmento. En 1517 el joven príncipe Carlos de Gante, que acudía a hacerse cargo de los reinos de Castilla y Aragón, habiendo fondeado ante el pueblo pesquero de Tazones, desembarcó en Villaviciosa a través de la ría. Permaneció en la villa cuatro días mientras se pertrechaba para continuar el viaje por tierra hacia Valladolid. Villaviciosa mantiene el escudo imperial de Carlos I debido a ese suceso.

Acta del jurado

Reunido en Oviedo el Jurado correspondiente al Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 1991 integrado por D. Juan Luis Álvarez Sostres, D.Adolfo Barthe Aza, D. Obdulio Fernández González, D. Manuel Fernández de la Cera, D. Luis Carlos Iglesias García de Vicuña, Dña. María Cruz Morales Saro, D. Juan Ramón Pérez las Clotas, Dña. Susana de la Rubia Gómez-Morán, D. Antonio Suárez Marcos, presidido por D. Francisco Tuero Bertrand y actuando de secretario D. José Ramón Fernández Cuevas, acuerda por unanimidad conceder el galardón a la Asociación Amigos del Paisaje de Villaviciosa "Cubera", por haber conseguido incorporar un amplio grupo humano de este concejo a un proyecto de concienciación cívica, desde el pluralismo ideológico.

Dicha asociación, a través de un continuado esfuerzo, está llevando a efecto con singular ejemplaridad tareas encaminadas a la defensa del patrimonio cultural, histórico y artístico, a la atención y recuperación de la estética de las nuevas y de las tradicionales edificaciones; a la defensa de las playas y de la Ría. También merece especial mención su labor cultural a través de la edición de una revista sobre temas de ecología, etnología, arquitectura y arqueología.

El Jurado ha valorado de manera especial el hecho de que la Asociación, con su responsable actividad, haya conseguido la credibilidad y el respeto ante las instituciones representativas y los ciudadanos de este Principado.

Oviedo, 2 de septiembre de 1991

Discurso de S.A.R. el Príncipe de Asturias

La admirable pasión de los asturianos por su tierra tiene un ejemplo significativo en la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa, que el jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias ha querido unánimemente destacar. Como un asturiano más, yo también siento pasión por esta tierra tan hermosa y leal.

Por eso vengo ilusionado a Villaviciosa para hacer entrega del Premio que convoca y otorga la Fundación Príncipe de Asturias con la colaboración del Gobierno del Principado, y para agradecer al Jurado su independientedecisión. Vengo también para solidarizarme con los anhelos, esperanzas ytareas de esta Asociación que ha sabido agrupar a tantas personas en torno a sus nobles fines, convirtiéndose en vanguardia de la defensa de la herencia común de una hermosa comarca.

En este tiempo en que lasociedad necesita sensibilizarse más y más para hacer frente a la creciente destrucción del Patrimonio natural de la Tierra, es muy importante que nazcan asociaciones como esta, cuyo entusiasmo y fortaleza en la defensa del medio ambiente, del entorno natural y de lastradiciones se desenvuelve entre el respeto de sus conciudadanos, al plantear el logro irrenunciable de sus metas desde la concordia y la serenidad. No hay nada noble que los hombres se propongan que no pueda ser alcanzado pacíficamente.

Desde estos mismos valores, animo a los asturianos a proteger su cultura. Conservad vuestra tierra, vuestrastradiciones, vuestro legado histórico-artístico, vuestro paisaje. No permitáis que sea destruido tan singular patrimonio. Defenderéis así vuestro propio futuro y colaboraréis a hacer el futuro de todos.

Extendamoseste mensaje a toda España e impidamos que dé un paso más esa catástrofe que cada año destruye en nuestra patria los bosques y las milformas de vida que hay en ellos.

No quiero dejar de expresar la satisfacción que me produce estar en este bellísimo e histórico lugar, tan expresivo de la riqueza del Patrimonio artístico de nuestro Principado, y tan cerca de donde desembarcó el Rey Carlos I, hecho histórico que es una de las señas de identidad de este concejo, al que hice referencia en vuestro Ayuntamiento.

Dentro de unas horas abandonaré Villaviciosa y nuestro Principado. Recordaré entonces, como hago ahora, la emoción que también sentí al leer un bellísimo romance, que circuló anónimamente por Asturias hace más de cien años, con motivo de la visita al Principado de mis antepasados S.M. la Reina Isabel II y del entonces Príncipe de Asturias, después Rey Alfonso XII. Sus versos expresan, con una ternura conmovedora, el cariño de una humilde mujer deaquel tiempo hacia el Príncipe Alfonso.

Al final del poema, la campesina lamenta la inevitable marcha del aquel Príncipe hacia la capital del Reino y expresa temblorosamente su temor a que olvide a su Principado. Utiliza para ello unos versos que yo quiero repetir aquí, como un homenaje a ese tesoro de vuestra cultura en el que expresáis lasmás profundas y entrañables emociones.

" Si ansí ye, ¿pa qué veniste?
¿A facenos enaguar,
Y conocéte y marcháte,
Y quiciás non véte más?. "

Podéisestar seguros de que mi marcha no supondrá que olvide este día, como noos olvidaré a vosotros, ni nunca olvido al Principado, porque lo llevo en mi corazón.

Fin del contenido principal

Sección de utilidades

Fin de la sección de utilidades