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Galardonados  

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Navelgas, Tineo (2003)

Navelgas, con una población de alrededor de 300 habitantes, y situada en el cuarto noroccidental del concejo de Tineo, o "Cuarto de los Valles", ha sido tradicionalmente un destacado centro económico y de servicios de esta comarca asturiana, donde viven cerca de 3.000 personas. Se le conoce como el "Valle del Oro" por la abundancia de yacimientos auríferos existentes en la zona. La preocupación de los habitantes de Navelgas por la conservación de sus recursos naturales y por el cuidado y difusión de su entorno ha llevado a la realización de un proyecto para crear un parque natural y un ecomuseo, con rutas de naturaleza de carácter educativo. Los vecinos de la localidad también dedican parte de sus esfuerzos a la recuperación de tradiciones como la fabricación artesanal de madreñas, la celebración de los festivales del esfoyón y el amagüestu, y el concurso comarcal de bolos celtas, un juego rescatado del olvido en esta población.

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Desde 1992 Navelgas cuenta con una Casa de Cultura que presta un servicio gratuito a los vecinos de las once parroquias del norte del concejo. El centro alberga exposiciones, cursos y talleres, y su biblioteca pública colabora con once escuelas rurales de la zona mediante un programa de préstamo de publicaciones. La Casa de Cultura sirve también de lugar de reunión para los movimientos asociativos de la comarca. Durante el mes de agosto y desde hace más de quince años, Navelgas celebra el Día de los Pueblos de Asturias, una fiesta que sirve para el hermanamiento entre diferentes lugares de la región a través de las expresiones musicales, folclóricas y gastronómicas de todas ellas. Asimismo, su participación en todos los campeonatos europeos y mundiales de Bateo de Oro han contribuido a difundir el nombre de Asturias más allá de nuestras fronteras.

Acta del jurado

Reunido en Oviedo el Jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2003, integrado por D. Jesús Arango, D. Evaristo Arce, D. Juan Campos Ansó, D. Efrén Cires, D. Felipe Fernández, D. Luis Felipe Fernández, D. Nicanor Fernández, D. José María Fernández del Viso, D. Ignacio García-Arango, D.ª Elisa Llaneza Álvarez, D. José Luis Marrón Jaquete, D. Hugo Alfonso Morán Fernández, D.ª Lucía Peláez, D. José Luis Pérez de Castro, D.ª Berta Piñán, D. Ignacio Quintana, D. Francisco Quirós Linares, D. Luis Riera Posada, D.ª Trinidad Rodríguez, D. Cristino Ruano de la Haza, D.ª Carmen Ruiz-Tilve, D. Valentín Ruiz García, D. Javier Santos, D. Miguel Trevín, presidido por D. Francisco Rodríguez García y actuando de secretario D. Adolfo Barthe Aza, acuerda conceder el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2003 a Navelgas, por su continuado y compartido esfuerzo en la recuperación y mantenimiento de sus tradiciones y recursos naturales. El jurado valoró también su acierto en revivir un trabajo tan ancestral y singular como el bateo del oro -que dio a este pueblo últimamente una proyección internacional- y su papel animador en la vida de la comarca.

Oviedo, 16 de septiembre de 2003

Discurso de S.A.R. el Príncipe de Asturias

Permitidme que mis primeras palabras sean no sólo para reiteraros mi felicitación por la distinción que habéis conseguido tras años de tenacidad y de esfuerzos, sino también para deciros con cuánta emoción vivo cada año estas inolvidables horas de la entrega del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias.

Me conmueve saber la alegría con la que, en cada edición, la comunidad galardonada recibe la noticia de la concesión del premio, cómo se celebra el triunfo en maravillosa fraternidad y con cuánta ilusión se espera la llegada de este día.

Por eso, cuando cada año regreso a nuestra querida Asturias, en esos días en los que las nieblas del otoño hacen más misteriosos y aún más bellos nuestros bosques, se acrecienta y se hace más honda mi esperanza en el futuro de España.

Se ha concedido este Premio a Navelgas, vuestro querido pueblo, con todo merecimiento, pues vuestro ejemplo de creatividad y de solidaridad vecinal y vuestro espíritu de progreso armónico son realmente dignos de todo elogio. Gracias a estas virtudes habéis puesto en marcha una serie de actividades que son, además, la mejor demostración de vuestra tenacidad y constancia.

El modelo que queréis para Navelgas se basa en la convicción de que el verdadero progreso sólo se alcanza combinando adecuadamente el respeto a la naturaleza y la fidelidad a la tradición -en lo que ésta tenga de bueno y perdurable-, con el uso y aprovechamiento de las nuevas técnicas y los más modernos avances de la ciencia. De este modo, haciendo compatible el respeto al pasado, a la herencia que hemos recibido, con el control adecuado de los cambios inevitables que es preciso afrontar, conseguiréis detener el pesimismo que con demasiada frecuencia paraliza los deseos de prosperidad y que tantas veces ha dejado en el camino, tristemente abandonados para siempre, muchos sueños y muchas ilusiones que alimentaron nuestras vidas.

Asturias conserva muchos rincones privilegiados en los que es posible llevar una existencia ligada a la modernidad en un entorno natural bello y cuidado; una existencia en la que se conjuguen pasado y futuro, convivencia pacífica y desarrollo. Vosotros tenéis la fortuna de vivir en uno de esos lugares aún preservados de las agresiones al medio ambiente y con grandes posibilidades naturales. Con vuestro espíritu de superación y de buena vecindad, con el impulso de vuestra imaginación y el entusiasmo de vuestras iniciativas, lograréis todo lo mejor para Navelgas y para todo el Concejo de Tineo.

Estos árboles que hoy nos protegen con sus hermosas ramas y que con tanto esfuerzo habéis salvado de la tala, son un símbolo inigualable de ese impulso que os anima. Con su esplendor y su fortaleza, representan muchas de vuestras virtudes: el arraigo profundo en la tierra que os vio nacer, la aspiración constante hacia la luz, la expresión viva de la esperanza.

Antes de terminar mis palabras, deseo dar las gracias al Jurado por su dedicación y su compromiso con los fines instituidos por este premio, y a todos los demás pueblos de Asturias que han presentado candidaturas, en algunos casos de manera reiterada, como lo ha hecho Navelgas, con tesón envidiable, durante años. Os animo a seguir haciéndolo así en beneficio de vuestras comunidades con el mismo entusiasmo y la misma ilusión.

No dejéis nunca de trabajar por vuestro pueblo. No renunciéis nunca al amor hacia estas tierras tan bellas en que habéis nacido. Que este Premio que acabáis de recibir sirva, además, para que todos vuestros proyectos de ahora, y los que imaginéis en el futuro, se hagan feliz realidad.

Muchas gracias.

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