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Maratón de Nueva York Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2014
El Maratón de Nueva York es la carrera más popular de las que se celebran anualmente en el mundo de este tipo (42,195 kilómetros). Tradicionalmente tiene lugar el primer domingo de noviembre. Fundado en 1970 por Fred Lebow (1932-1994) y organizado por New York Road Runners, asociación de la que era presidente, en su primera edición contó con una modesta participación de 127 corredores, que pagaron 1 dólar de inscripción. Sólo 55 cruzaron la meta después de completar un recorrido que consistía en dar varias vueltas al Park Drive de Central Park, en la isla de Manhattan. Seis años después, Lebow decidió rediseñar la trayectoria de la carrera para que discurriera por los cinco distritos de la ciudad, desde Staten Island a Manhattan, pasando por Brooklyn, Queens y el Bronx. Logró elevar la participación a 2.090 atletas, entre ellos el bicampeón olímpico de Maratón Frank Shorter, y captar la atención de los medios de comunicación y de los vecinos, que se concentraron a lo largo de todo el recorrido para animar a los corredores. Desde entonces, el Maratón neoyorquino –integrado en el World Marathon Major con los de Boston, Chicago, Tokio, Berlín y Londres– ha crecido incesantemente, convirtiéndose en un evento atlético de repercusión internacional en el que actualmente más de 50.000 participantes, entre profesionales y aficionados, cruzan la línea de meta.
Con su itinerario a través de toda la ciudad, el Maratón de Nueva York se convirtió en un evento que al aglutinar deporte, espíritu ciudadano y repercusión mediática empezó a resultar atractivo para algunos de los mejores especialistas del mundo en esta distancia. En 1978 se superaron, por primera vez, los 9.000 participantes en la carrera, en la que, además, la noruega Grete Waitz estableció un nuevo récord del mundo al completar la distancia en 2 horas 32 minutos y 30 segundos. Waitz, además, es la atleta con más victorias en la historia de esta prueba, con un total de nueve. En los años 90, empiezan a destacar los atletas africanos y, en 1994, la keniata Tegla Loroupe demostró con su primera victoria en categoría femenina que las corredoras africanas estaban al nivel de los hombres, lo que les abrió las puertas para que las invitaran a participar en otras carreras internacionales de larga distancia. En el año 2000, la organización incluyó una categoría oficial para corredores en silla de ruedas, que con el tiempo también se ha convertido en la prueba más competitiva del panorama internacional en esta distancia y en la que también participan atletas con bicicletas de manos y otro tipo de discapacidades.
El crecimiento del Maratón de Nueva York ha propiciado que, actualmente, la participación popular se logre a través de un sistema de sorteo entre los que se inscriben. En 2013 finalizaron la prueba más de 50.000 corredores, convirtiendo este Maratón en el más multitudinario del mundo. Además, la celebración de la carrera está acompañada de una semana de actos y exposiciones destinadas a corredores, acompañantes y familiares. Para ello, la organización moviliza a más de 9.000 voluntarios que trabajan durante las actividades previas al Maratón y el mismo día de la prueba, situándose a lo largo de un recorrido que concentra a más de dos millones de espectadores. La única cancelación en la historia del Maratón de Nueva York se produjo en 2012, a causa del huracán Sandy, aunque miles de personas se concentraron para correr en Central Park, reforzando así el simbolismo de esta prueba.
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